Un aspecto poco conocido sobre la electricidad es que la velocidad de propagación de la corriente eléctrica a través de un cable es significativamente menor que la velocidad de la luz. Aunque la electricidad viaja a través de los cables a una velocidad cercana a la velocidad de la luz en el vacío, en los materiales conductores como el cobre, esta velocidad es mucho más lenta debido a las interacciones entre los electrones y los átomos del material. En un cable típico de cobre, la velocidad de propagación de la electricidad es solo alrededor del 50-60% de la velocidad de la luz. Este hecho puede resultar sorprendente, ya que a menudo se asocia la electricidad con la velocidad y la instantaneidad.